Bodega Iniesta recibe el reconocimiento del Club Seat 600 de Albacete.
Joaquín Ortega, presidente del Club Seat 600 de Albacete, entregó un reconocimiento al trabajo de Bodega Iniesta por la elaboración vinos de calidad que trasmiten esencias autóctonas de la DO Manchuela.
El Club Seat 600 de Albacete un club joven, con ganas y mucho ímpetu persigue poner en valor la joya automovilística más emblemática y querida por este país: el Seat 600.
Vehículos de entre el año 1964 y el 1973 estuvieron presentes en la visita.
El Club Seat 600 junto al Moto Club Classic Montealegre y vecinos venidos de Villarrobledo, Liétor y parte de la Sierra del Segura visitaron Bodega Iniesta y expusieron hasta 30 auténticas joyas automovilísticas. En su visita a Bodega Iniesta, los expedicionarios pudieron conocer de primera mano las peculiaridades de la elaboración de los vinos de la Familia Iniesta- Luján. Una vez en la sala de barricas pudieron observar la metodología de trabajo y degustar el vino Rosado de la marca Corazón Loco, de variedad Bobal.
Una vez trascurrida la visita, en nombre de todos los integrantes del Club Seat 600 de Albacete el presidente, Joaquín Ortega, entregó un reconocimiento al trabajo de Bodega Iniesta por la elaboración de vinos de calidad que trasmiten esencias autóctonas y que cuentan con una gran apuesta e inversión por parte de la Familia Iniesta-Luján. Un reconocimiento especial, que recogía el Director de Relaciones Institucionales, Rafael Marcos en nombre de la familia.
Hasta una treintena de modelos de coches antiguos se desplazaron a Bodega Iniesta tales como el Seat 600 Modelo E trasformado Abarth, Seat 600 Modelo E, Seat 600 L especial, Seat 600 Modelo D. Toda una joya como son los clásicos no quisieron faltar a tan merecido homenaje, un Citroën Meari, un Seat 127, un Opel Senator, y un Seat 1500.
La expedición partió desde la ciudad de Albacete, en una ruta donde el paisaje vitivinícola de la DO Manchuela exponía sus rasgos más característicos como son el terreno arcilloso, clima mediterráneo y la sorprendente imagen de las viñas agostando. Termino que se la acuña tras el cambio de color y la caída de la pámpana.