LOS VINOS DE ENVÍNATE (I): ALMANSA, EXTREMADURA Y CANARIAS
En una entrada reciente hemos hablado de la viticultura de Envínate y de sus “vinos honrados”. Ahora vamos a ofrecer una visión general de los vinos que elaboran en Almansa, Extremadura y Canarias. En la segunda parte de este artículo hablaremos de sus Ribeira Sacra.
Los vinos de envínate. Albahra –nombre árabe que significa “pequeño mar”- es un vino de garnacha tintorera que hacen en Almansa. No lleva barrica, está elaborado en depósitos de hormigón y criado en ellos. Han trabajado en el viñedo para no obtener una fruta sobremadura que de cómo resultado un vino pastoso. Su objetivo fue obtener una tintorera que posea el carácter varietal y exprese el suelo calcáreo. Es una uva ruda que en cuanto le da el sol suele coger bastante grado alcohólico y perder acidez.
Los vinos de envínate. Albahra 2013 fue vinificado con parte de raspón, algo que puede cambiar dependiendo del año. La añada es lo que da carácter al vino –el suelo le transmite personalidad-, así saldrá con mayor o menor frescura. Por eso no tienen una receta para la elaboración. En el 2013 hicieron maceraciones cortas. Se elabora en depósito de hormigón totalmente abierto. Se inspiraron para vinificar en la zona de Châteauneuf-du-Pape.
Albahra es un vino histórico, parece imposible haber conseguido esa fruta tan viva y una acidez tan excepcional en la tórrida zona de Almansa. Abre la puerta a un replanteamiento en el modo de hacer vino en el Mediterráneo y en la mitad sur de la península Ibérica.
T. Amarela 2013, se elabora en una pequeña viña extremeña. La trincadeira preta o tinta amarela es una variedad portuguesa típica de la región del Alentejo y está bien adaptada a las características de Extremadura. Mantiene la frescura y permite transmitir el suelo calcáreo. El inconveniente es que es una uva difícil de trabajar en el viñedo.
Dada la pequeña extensión de la parcela sólo consiguen unos 1000 litros. Las plantas están en espaldera y son relativamente jóvenes. Se vendimia en la segunda quincena de agosto. No se utilizó raspón en la elaboración; se hicieron fermentaciones cortas en cubas abiertas a baja temperatura. Las barricas empleadas son viejas y tienen una capacidad de 500 litros.
De nuevo obtienen un vino con un equilibrio excelente en la boca, con mucho frescor y mineralidad, algo muy difícil de conseguir en Extremadura dado su clima y las variedades usualmente utilizadas –unas despersonalizadas tempranillo, cabernet y merlot-.
Táganan es el nombre de los vinos que hacen en el norte de Tenerife –zona con una fuerte influencia portuguesa y gallega.- Elaboran cuatro en total, dos son mezcla de veinte parcelas y otros dos son de finca –el blanco Amogoje y el tinto Margalagua-. Hay diferentes tipos de suelo volcánico dependiendo de la zona y la altura. Las variedades están mezcladas en los viñedos pre-filoxéricos. Un 60% son de uvas tintas y un 40% de blancas, entre ellas: listán blanco, listán negro, negramoll, moscatel negra, malvasía, vijariego, mulata, tintilla, bastardo, baboso negro, etc. Se hacen 7-8 vendimias (desde la segunda quincena de agosto hasta octubre), se vinifica cada parcela por separado y luego se ensambla por tipo de suelo. El encubado se realiza en depósitos de hormigón y en cubas abiertas. Se utilizan barricas de 228 y 500 litros donde permanecen entre 7 y 11 meses dependiendo de si son vinos de mezcla de parcelas o de finca.

Los vinos de Canarias de Envínate se caracterizan por su poderosa expresión mineral, con aromas en nariz a fósforo, cenizas y salinidad en boca más acentuada en los blancos que en los tintos. Los primeros poseen mucha personalidad y, probablemente, no serán del gusto de muchos aficionados debido a su carácter punzante y algo oxidativo, pero en cualquier caso se encontraran con productos originales y de gran calidad. Otras características a destacar son su cremosidad, longitud y persistencia. Los tintos poseen una fruta más golosa que los que elaboran en Galicia, son suaves en boca, sabrosos y dotados de una estupenda acidez.